Las historias con sabor de Ariel Canelón

Cualquiera que se precie de conocer  la historia del Triatlón venezolano, debe por supuesto saber quién es Ariel Canelón, y su trayectoria como triatleta aún activo, además de su paso por la dirigencia y su actividad como entrenador. pero hoy no vamos a hablar nada de eso, es más, el propio Ariel es quien va a hablar y a contar algunas anécdotas de su intensa vida deportiva:

Ricardo Cabrera

Encantado de estar aquí compartiendo este rato con anécdotas, y yo tengo muchísimas anécdotas, me encanta contar cuentos, como mi madre, siempre me acuerdo cuando yo estaba empezando en el Triatlón en los años 90 más o menos, un triatlón que hicimos en Puerto La Cruz, el Grusca creo que se llamaba…

En esa época por supuesto todo estaba empezando, en el mar se nadaba corrido, eran mil quinientos metros de natación, y los organizadores en la noche anterior pusieron una cuerda con un montón de boyitas, como una piscina, de 1500 metros de largo la cuerda, parece que en la noche hubo como un mar de leva y al día siguiente cuando vamos a la competencia vemos aquellas boyas lejísimos, aquella cosa era más de 3 kilómetros lo que nos iba a tocar nadar porque no lo iban a arreglar, no daba tiempo de nada.

Bueno arrancamos nuestro Triatlón pin pan pum, nadamos, yo nadé un montón de tiempo, no me acuerdo ni cuantos minutos hice, pero fue larguísimo… bueno, después que terminamos la competencia nos enteramos por boca de los mismos organizadores y de la gente que estaba ahí, que la cosa estaba tan lejos hacia el mar abierto, que el último de los nadadores, quien era un señor mayor, no sé si era el viejito Mosi, no me acuerdo, venía solito nadando por esas boyas, y los que venían con la lancha cuidándolo, nos cuentan que los tipos empezaron a disparar al mar pum pum pum, y ellos contaron que venía un tiburón persiguiendo al señor y con malas intenciones.

Imagínate tú, estaban tan lejos que el señor estuvo en riesgo hasta de morirse pues, nosotros pasamos por ahí, pero como íbamos en grupo a lo mejor no pasó nada porque los tiburones cuando ven un grupo se alejan, pero el señor estuvo un tiempo bastante largo nadando y los tipos echando plomo y plomo ahí para alejar al tiburón… nosotros pensamos guao, de lo que nos salvamos….

Me acuerdo que en Cancún me pasó así también, que yo salí a nadar, en esa época lo hacían por tandas, por edad, y bueno yo me puse de primerito pensando que iba a comérmela con lo que iba a hacer, y cuando estoy nadando rápido me entrompo con los que vienen lento de las otras tandas que habían salido anteriormente, ahí me dieron un golpe en el ojo y duro, casi que me desmayo con el golpe que recibí, no sé ni de quien, pero nada, seguí y terminé mi competencia como pude, al otro día me acuerdo que me tomé una foto que todavía está por ahí por internet, y tenía el ojo así como un tomate morado, cosas que pasan en las competencias, en los triatlones…

Era solo un delfín

Yo tengo dos anécdotas de encuentros cercanos con animales en el mar, bien terribles, yo viví en Perú 7 años desde el 2017 hasta el 2023, y Perú tiene una de las costas en el mundo y más visitadas por animales gigantes, Jorge contaba los casos de los tiburones ballena y es raro que esos animales lleguen hasta aquí, pero en la época de la Pandemia si se vio bastante la proliferación de animales gigantes en las costas.

Esto fue casi antes de venirme a Venezuela, yo nadaba en una playita que estaba allí mismo en Lima pues, cerquita del Club de Regatas, y tenía una trayectoria que practicaba, saliendo de la playita a aguas abiertas, nadando hasta el Club de Regatas, voy hasta el fondo del club y devolviéndome a la playita, pero una vez estando en este recorrido yo siento algo, levanto la cara, veo unos ojos gigantes que es están a mi lado y casi me muero de un infarto, madre mía… era un Delfín, el bicho hasta me miró así y yo me asusté en un principio, pero cuando bajó le vi la aleta y supe que era un delfín, por lo que me tranquilicé, pero el susto que uno se pega allá es grande, porque las aguas son muy oscuras, no como las de aquí que tu ves todo a diez metros, el mar es muy oscuro, muy marrón.

Leones, pero no africanos

Yo normalmente iba y trabajaba con la gente en la organización de los eventos, porque los señores que organizaban eran amigos nuestros pues, entonces nos dejaban participar en las competencias si los ayudábamos a montar todo el escenario, como yo había trabajado en Venezuela en eso, yo ya más o menos sabía cómo se hacían las cosas, nos íbamos uno o dos días antes de la competencia y armábamos todo el escenario.

También una vez estando en Paracas, que es una reserva natural también, preparábamos las cosas, nos quedábamos en el camión y dormíamos allí, pero en la noche escuchamos ese montón de ruido que parecían como leones, eran los Leones Marinos, pero el rugido es casi igual, yo creo que por eso es que les dicen Leones Marinos, porque suenan igualitos a los leones africanos en la noche, los teníamos al lado, no nos queríamos ni bajar del camión esa noche, y en la mañana cuando nos bajamos para el Triatlón, comenzamos a nadar y debíamos llegar a una piedra para devolvernos, pero allí estaban montados en esa piedra el montón de Leones Marinos llevando sol, y nosotros los vimos con recelo porque eran los condenados que nos estaban asustando en la noche.

Pero de verdad no se metieron con ninguno de los competidores esa vez, solo fue el susto de toda una noche y el no poder dormir ni salir del camión por el ruido igual al rugido de un león, que nos desveló.

También organizando eventos

Yo me acuerdo de una de mis mejores anécdotas de triatlón en el año 98 cuando nos tocó organizar el Triatlón de los Juegos Centroamericanos y del Caribe allá en Maracaibo, cuando eso yo era presidente de la Federación Venezolana de Triatlón, nos tocó irnos para allá unos meses antes, la gente del Comité Organizador no quería incluir al triatlón porque estaba muy nuevo en Venezuela, y yo les juré y garanticé que nosotros íbamos a ganar medalla de oro en ese Triatlón.

Yo estaba arriesgando todo, mi puesto, mi reputación, todo. Total que hacemos toda la organización, e incluso estuvo Alberto Juantorena, el cubano, ese señor dio la salida del masculino, porque se hizo en dos días diferentes el masculino y femenino, todo el mundo tenía los ojos puestos en el mejor de Venezuela en ese momento que era Gilberto González, el equipo nuestro era muy bueno, con Gilberto González y su hermano Camilo González, además de Reinaldo García, de los tres mejores que hemos tenido.

Gilberto sale del agua primero, junto a Reinaldo García, salen los dos junticos, pegados y la gente emocionada, todos contentos porque van bien, en la bicicleta empiezan a rodar esos locos y cuando van en la última parte del ciclismo vemos que Gilberto no llega, llega Camilo, llega Reinaldo y Gilberto botado para atrás como minuto y medio después de estos dos, llega con los mexicanos que eran los favoritos en esta carrera, y en esa época eran los mejores del continente.

Después nos enteramos que Gilberto se había quedado para cuidar al mexicano que era el más peligroso de ellos, y la mamá de Gilberto que estaba conmigo viendo la carrera, se halaba los pelos y decía que le pasó a Gilberto que no aparece, todo un drama, y total que Gilberto llega con este retraso y se faja a correr, nosotros no veíamos nada porque estaba en la llegada y ellos salen a correr 2,5 kilómetros para allá y 2,5 kilómetros para acá, dos vueltas en ese circuito. Ya en el kilómetro 5 Gilberto venía de primero, no sé que hizo, de verdad que tenía unas piernas de oro, y pasó a Camilo, pasó a Reinaldo, él siempre ayudaba mucho a su hermano Camilo, lo alentó y lo alentó para que jalara, para que se le pegara atrás, pero que va, Camilo no dio la talla ese día y quedó de cuarto, llegó Gilberto primero, luego los dos mexicanos y en cuarto lugar llegó Camilo.

Pero bueno, igual ganamos la medalla de oro en masculino, y también la medalla de oro por equipo, porque se daban medallas de oro, plata y bronce por equipo, y yo quedé bien con mi propuesta a los organizadores que no hallaban qué hacer.

Recuerdo que al año siguiente Gilberto ganó también la medalla de oro en el Triatlón de los Juegos Panamericanos allá en Winnipeg, Canadá, en la casa de Simón Whitfield, quien después en el año 2000 ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos donde Gilberto era favorito, pero bueno, por una caída no pudo hacer nada, me dijo que se había golpeado muy fuerte y que no podía correr, y así es el deporte, pero esa fue una de mis mejores experiencias como organizador, la de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Maracaibo.

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Su trayectoria

José Ariel Canelón Ramos es un triatleta, corredor de ultradistancia y fisiólogo venezolano. Considerado una «leyenda» del triatlón en Venezuela, ha participado en numerosas competencias y ha compartido su experiencia en redes sociales y publicaciones.
Puntos clave sobre Ariel Canelón
  • Deportista versátil: Además de competir en triatlones (compuestos por natación, ciclismo y carrera), Canelón ha incursionado en ultradistancia, demostrando un alto nivel de resistencia y entrenamiento.
  • Actividad en redes sociales: A través de sus perfiles en plataformas como Instagram y X (anteriormente Twitter), comparte momentos de su vida deportiva, actualizaciones sobre su participación en eventos y su perspectiva como fisiólogo.
  • Competencia destacada: En noviembre de 2024, participó en un Triatlón Olímpico en Cumaná, donde obtuvo el segundo lugar en su categoría a pesar de sufrir un pinchazo en la rueda de su bicicleta el día anterior.
  • Publicación de un libro: En 2016, publicó el libro corriendo al SUR, una narración sobre su preparación para un triatlón, un maratón y un ultramaratón en 2011.
  • Reconocimiento: Ha sido mencionado junto a otras «leyendas del triatlón venezolano», como Napoleón Rueda, lo que evidencia su trayectoria y estatus en la comunidad deportiva del país.